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La impresión 3D sigue mejorando la medicina: nuevas aplicaciones en la lucha contra el cáncer

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Pocos avances tecnológicos están aportando tantos beneficios a la medicina como la impresión 3D. Las impresoras 3D se utilizan ya para crear implantes y prótesis, y, a falta de finalizar la fase de desarrollo, ya permiten la fabricación de huesos, músculos, cartílagos, tejidos e incluso órganos vitales.

Cada vez son más los médicos que se lanzan a los brazos de esta nueva tecnología para mejorar las condiciones de vida de sus pacientes. Y en las últimas semanas hemos conocido nuevos casos como el de un hombre que ha recuperado su mandíbula, o el de unos investigadores que han logrado imprimir tumores en 3D para calcular con más precisión las dosis necesarias de radioterapia.

Prótesis de mandíbulas, orejas o narices en 3D

Shirley Anderson tiene motivos para ver la impresión 3D como su gran aliado en la lucha contra el cáncer de lengua que le fue diagnosticado en 1998. La medicina hizo su trabajo y consiguió acabar con la enfermedad tras muchos tratamientos, incluyendo la radioterapia. Pero el precio fue alto: el paciente perdió su mandíbula inferior.

Probaron con él distintos implantes de tipo experimental, sin éxito. El doctor Travis Bellicchi, un médico maxilofacial de la Universidad de Indiana, le diseñó una prótesis de arcilla, pero el peso de la misma hacía que sólo pudiera usarla durante unas pocas horas seguidas. Y encontró la solución definitiva en la impresión 3D.

La empresa Formlabs fue la encargada de fabricar la prótesis a medida. En primer lugar, creó un modelo digital de la cara del paciente que incluía cada hueso y músculo facial. Después probaron diferentes materiales que permitieran lograr la forma necesaria.

¿El resultado? Que se lo pregunten al señor Anderson, que está encantado con su nueva mandíbula. La prótesis está hecha en silicona y no sólo es ligera y cómoda, sino que está perfectamente adaptada al color y textura de su piel.

La ‘técnica Shirley’, como ya se conoce este método, ha sido un éxito y su caso ha abierto la puerta a más personas con problemas parecidos en otras partes del cuerpo como la nariz o una oreja.

Descubrir la fabricación de prótesis con impresoras 3D les ha cambiado la vida, porque además de ser una técnica efectiva es más rápida y barata que cualquier otra alternativa: sólo tarda seis semanas en fabricarse y cuesta menos de la mitad que una prótesis de arcilla.

Impresión de tumores en 3D

¿Alguien ha oído hablar de los tumores ‘fantasma’? Se trata de tumores que se ven pero que realmente no existen. Son sólo réplicas de plástico que simulan neoplasias reales. Y sí, están creados con impresoras 3D.

Científicos de la Universidad de Manchester están ya probando esta técnica para mejorar la radioterapia en pacientes con cáncer, tratando de reducir los efectos secundarios.

Así, la idea es que antes de aplicar un tratamiento de radioterapia, se pruebe en la réplica de plástico para calcular con mayor precisión la dosis ideal que se debe administrar.

Se trata de un avance muy importante, ya que los oncólogos advierten de que los rayos X empleados en la radioterapia radian principalmente sobre los células tumorales, pero existe la probabilidad de que al penetrar en el cuerpo dañen también células sanas, lo que pasado un tiempo, incluso años, puede generar un nuevo cáncer.

Cuando esta nueva técnica termine de probarse y desarrollarse, las impresoras 3D ayudarán a los oncólogos a saber con exactitud cuál es la dosis necesaria de radioterapia y dónde ponerla.

Y muy pronto, el médico que tenga una impresora 3D, tendrá un tesoro.

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